En los momentos de soledad,
alegría y confusión, sus voces
cual llave abren la puerta a
un mundo sin igual.
Ya sea en el gozo o en la
penuria, cual matrimonio ideal,
ella me eleva al espacio sideral o me
hunde al fuego mismo, pero nunca
me abandona pues la llevo
en mi corazón y en la memoria,
me ha enseñado a jugar con fuego mismo
y quiero quererla o morir.
Susurra en mis oídos, voz de mí
conciencia, las verdades y fortalezas
pero también las falsedades y debilidades,
no sé si es Atenea o Hades, pero
sabe quién soy y quién no, me reta a
soñar y a enfrentar la realidad.
En las noches es mi guardián alejando a
mis demonios para que pueda
introducirme en ese mar de alegría,
aquel al que todos recurren desesperados
volviéndose adictos pero saben que
su éxtasis es solo temporal.
Es mi escudo y el puñal de mi enemigo,
en ella se leen mis fragilidades de cristal
volviéndose mi talón de Aquiles, es una hermosa
rosa con espinas tan afiladas que
parecen hechas por el mismo Hefesto.
Pero, al fin y al cabo, siempre está a mi lado,
no importa cuántas almas pasen por mi vida
ella estará presente, hablándome,
cambiará de voz, pero su efecto es permanente
e incluso vence a la muerte.
Alonso Hidalgo
5º B
Palabra hecha poesía
"Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
el adjetivo, cuando no da vida mata"
(Vicente Huidobro, Arte Poética)
¿Para qué detenernos en la poesía, si ya nadie la lee... si es aburrida o, en todo caso, muy difícil de entender...? En realidad, podríamos plantear la cuestión desde otro punto de vista. La vida, nuestra vida, está llena de cosas que impresionan y despiertan la sensibilidad: una canción, la enfermedad de un familiar, la soledad, el primer amor, la muerte de un ser querido... Este portal, precisamente está destinado a todos aquellos que todavía tienen la capacidad de emocionarse o indignarse y quieren comunicar a los demás dejando este tesimonio escrito. Porque esta es una actitud poética: descubrir una vivencia, resignificarla a través de la experiencia y apropiarse de ella, trasladándola a otro contexto.
El lenguaje poético que, muchas veces, parece inalcanzable, comenzó siendo un juego, una forma particular de traducir la realidad. Nació de transgresiones a lo convencional y anduvo muchos caminos, pero siempre privilegió la palabra por su significado y su sonoridad. Muchos se preguntan ¿Hay palabras poéticas y no poéticas? Y si es así, ¿Quién le otorga la patente de voces literarias? ¿O acaso todo depende del uso de las palabras?
Este portal tiene, entonces, como protagonista esencial la palabra poética, que es capaz de incurrir en numerosas contravenciones y rebelarse contra el poeta que la persigue, y también contra el lenguaje común que pretende restringir su significado.
A. E. S. G.
el adjetivo, cuando no da vida mata"
(Vicente Huidobro, Arte Poética)
¿Para qué detenernos en la poesía, si ya nadie la lee... si es aburrida o, en todo caso, muy difícil de entender...? En realidad, podríamos plantear la cuestión desde otro punto de vista. La vida, nuestra vida, está llena de cosas que impresionan y despiertan la sensibilidad: una canción, la enfermedad de un familiar, la soledad, el primer amor, la muerte de un ser querido... Este portal, precisamente está destinado a todos aquellos que todavía tienen la capacidad de emocionarse o indignarse y quieren comunicar a los demás dejando este tesimonio escrito. Porque esta es una actitud poética: descubrir una vivencia, resignificarla a través de la experiencia y apropiarse de ella, trasladándola a otro contexto.
El lenguaje poético que, muchas veces, parece inalcanzable, comenzó siendo un juego, una forma particular de traducir la realidad. Nació de transgresiones a lo convencional y anduvo muchos caminos, pero siempre privilegió la palabra por su significado y su sonoridad. Muchos se preguntan ¿Hay palabras poéticas y no poéticas? Y si es así, ¿Quién le otorga la patente de voces literarias? ¿O acaso todo depende del uso de las palabras?
Este portal tiene, entonces, como protagonista esencial la palabra poética, que es capaz de incurrir en numerosas contravenciones y rebelarse contra el poeta que la persigue, y también contra el lenguaje común que pretende restringir su significado.
A. E. S. G.
Ella
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